A través de muchos años en el campo de la creación musical para diferentes formatos musicales, he podido convencerme cada vez más, de lo que aprendí con el maestro Roman Gottwald en el conservatorio El Liceo de Barcelona - España en el año 2008. En ese periodo, estuve en varias clases donde Roman era el profesor, como: Técnicas y Estilos y Arreglos II; además, a través suyo pude recibir comentarios a mi trabajo del gran Joan Albert Amargós.
Lo primero que aprendí de este gran profesor, fue el planteamiento metodológico para realizar un arreglo o composición musical. El primer paso del cual él hablaba, era el Guión. Hasta ese momento, nunca había escuchado este concepto aplicado a la música.
Según Ken Pullig (2003) el Guión es un esquema gráfico o mapa mental. Aunque las notas no se muestran aquí, se pueden ver todos los elementos críticos del arreglo.
“Al desarrollar su propio arreglo, construya un concepto inicial suficiente para mostrar los detalles en un gráfico. Este proceso le facilitará enormemente los pasos para el bosquejo musical y el Score”. (Ken Pullig, 2003).
Realmente, me costó trabajo habituarme a esta metodología y con el tiempo me he dado cuenta que este me ha ayudado bastante a enfrentarme a altos flujos de trabajo.
El Guión permite al compositor ampliar su fe y confianza frente al pensamiento intuitivo, es decir, su creatividad natural, la que hace que los sonidos habiten en nuestro cerebro, la que permite que la obra esté sonando en nuestra cabeza mucho antes de estar plasmada en una partitura y mucho antes de ser estrenada. Esto puede sonar a locura; sin embargo, puedo decir que muchos maestros lo hacen de esta manera y evita que perdamos tiempo sentados al frente de un computador o escribiendo y borrando en un papel pentagramado.
Escribir en un papel, aspectos generales de la música como: la estructura, número de compases, métricas, tonalidades, puntos climáticos primarios y secundarios, elementos extra musicales, entre otros; ayuda inmensamente al trabajo compositivo fuera de el uso de papel pentagramado o software de edición musical. Paralelamente a esto, el compositor debe explorar los diferentes elementos o herramientas que va a usar en los diferentes planos (melódico, armónico y rítmico), sin embargo estos elementos deberían estar sonando previamente en su cerebro.
Ejemplo de un Guión realizado recientemente para el diseño de un arreglo para Orquesta Sinfónica del Bambuco "Por los Caminos de Caldas"
Allí, planteo elementos como la duración del arreglo, tonalidad que usaré, elementos extra musicales, estructura, puntos climáticos y algunas situaciones de orquestación generales, métricas, tempo, entre otros.
El guión que cada compositor realiza no tiene que ser algo estéticamente entendible para otros, lo más importante es que éste pueda escuchar la música en su cabeza mientras relee los elementos que escribió en su guión.
Desde la premisa "Toda creación artística requiere de un plan" puedo decir hoy día que este método de trabajo aumenta la efectividad en el tiempo de entrega de las comisiones y define claramente las herramientas que podemos manejar y las que debemos aprender de mejor manera para poderlas aplicar en nuestro trabajo. Asimismo, este hábito de trabajo nos ayuda a no tener que esperar la tan nombrada "inspiración".
Espero sus comentarios acerca de este tema y el Blog de mi página.
Muchas gracias
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